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Infecciones y ácaros del oído en gatos

La infección del oído —también conocida como otitis externa— es una inflamación e infección del recubrimiento del canal auditivo. Se produce cuando se acumulan agua, bacterias u hongos levaduriformes en el canal auditivo. En ocasiones, es consecuencia de una infestación con ácaros del oído o pólipos (un pequeño bulto en el canal auditivo). Podrías notar que tu gato tiene la oreja enrojecida, la parte interna de la oreja inflamada o suciedad de color marrón oscuro, o bien podría emitir un olor fétido. A veces, también podrías notar una secreción amarillenta y cremosa. También podrías advertir que el pabellón auditivo (el exterior del oído) está inflamado o abultado.

Sigue las instrucciones del veterinario sobre los medicamentos y la limpieza del oído de tu gato. Si el veterinario recomienda otros medicamentos para tratar una causa potencial de la infección del oído, como los ácaros del oído o una infección de la piel, asegúrate de administrárselos conforme a las instrucciones. Solo haz lo siguiente si el veterinario te lo indicó, puesto que diferentes tipos de infección requieren distintos tipos de limpieza o ningún tipo de limpieza.

En función del tipo de infección del oído y de los medicamentos recetados, tu gato podría necesitar lo siguiente:

• Gotas recetadas para el oído a diario.
• “Compresa” recetada para el oído que se disuelve y administrar tratamiento durante una a dos semanas.
• Antibióticos, antifúngicos o antinflamatorios por vía oral.
• Limpieza del oído frecuente (consulta los pasos a continuación).
• Cirugía.
• Su veterinario querrá volver a revisar las orejas de su gato para confirmar que la infeccíon se haya resuelto

Cómo limpiarle las orejas a tu gato

Herramientas necesarias:

• Un limpiador de orejas seguro y efectivo: no son todos iguales, así que tendrás que pedirle al veterinario que te recomiende uno.
• Gasas, bolas de algodón o desmaquilladores circulares o toallitas húmedas.
• Una toalla (mira este video para ver cómo los veterinarios usan una toalla para inmovilizar con cuidado a un gato).
• Golosinas para recompensar a tu mascota.
• Aerosol con feromonas Feliway® para rociar la toalla (quince minutos antes de limpiarle el oído) o un difusor en la habitación (opcional, pero útil).
• Golosinas VetriScience® Composure para darle quince a veinte minutos antes de limpiarle el oído (opcional).

Pasos para limpiarle los oídos a tu mascota

1. Agita bien el envase del limpiador de oídos antes de usarlo. Luego, acerca el envase al canal auditivo del gato e inclínalo levemente sin tocarle el oído (sé amable con tu gato, porque el líquido puede estar frío; asegúrate de que esté a temperatura ambiente o, aún mejor, caliéntalo apenas unos minutos colocando el envase bajo el grifo de agua caliente).
   
   
2. Aprieta levemente para administrar el limpiador en el oído del gato hasta que el líquido rebose del canal auditivo.
   
   
3. Mientras le sostienes la oreja hacia arriba, masajea vigorosamente la base del oído de tu mascota (hazlo durante unos diez a quince segundos). Si tu gato tiene muy infectados los oídos o si le disgusta que le viertas el líquido directamente en el oído, puedes empapar una bola de algodón con abundante limpiador. Luego, coloca la gasa sobre la abertura del canal auditivo y presiona la bola de algodón para que el limpiador ingrese en el canal auditivo. Esto no es tan efectivo como verter el líquido desde el envase, porque el limpiador podría no penetrar lo suficiente en el canal auditivo.
   
   
4. Mientras le sostienes la oreja hacia arriba, toma material suave y absorbente (gasa), cúbrete la punta de un dedo y, luego, inserta con mucho cuidado el dedo en el canal auditivo de tu gato para limpiarlo por completo —sin restregarlo— para quitar tanto líquido limpiador y suciedad como sea posible. La “suciedad del oído” es la mugre marrón que notarás en la bola de algodón. Un oído limpio y sano no tiene suciedad de color marrón oscuro que sale del canal. Como mencionamos antes, la suciedad podría ser una sustancia amarillenta y cremosa.
   
   
5. Repite el paso de enjuague y limpieza anterior tantas veces como sea necesario para extraer la mayor parte del líquido limpiador y de la suciedad del oído.
   
   
6. Aléjate un poco; tu gato querrá sacudir la cabeza. Por eso se usa una toalla: podrás secar a tu gato y a ti mismo cuando el líquido y la suciedad salgan dispersados por todas partes.
   
   
7. Recompensa a tu gato con alguna golosina deliciosa.

Un buen objetivo es transformar esta rutina de limpieza en una actividad placentera. Una vez que se resuelva la infección del oído, se recomienda llevar a cabo una tarea de mantenimiento habitual, como limpiarle el oído una vez a la semana, si es posible.

No es algo que ocurra con frecuencia, pero SIEMPRE límpiale los oídos a tu gato después de bañarlo o si practica natación. Para la limpieza periódica, necesitas usar un limpiador de oídos que contenga un agente de limpieza y un ingrediente secante, como Otiderm®. Vierte el limpiador en el canal auditivo y masajéale el oído. ¡LISTO! Eso es todo.

Este video muestra cómo limpiar el oído de un perro, pero se aplica el mismo procedimiento en gatos.

Mantenga a tu gato cómodo

Lo mejor que puedes hacer es administrarle el medicamento que recetó el veterinario y seguir las instrucciones de limpieza (pero solo si te recomendaron hacerlo).

Asegúrate de administrarle el medicamento durante todo el período indicado, aunque tu gato se sienta mejor en uno o dos días. Es importante porque así te asegurarás de tratar por completo la infección, para que no vuelva a ocurrir. Evita tocarle o frotarle las orejas a tu gato (excepto al limpiarlas) hasta que desparezca la infección; de lo contrario, se sentirá molesto.

Al administrarle un medicamento (si es necesario) en el oído o al limpiárselo, ten cuidado para que ninguna sustancia entre en contacto con los ojos de tu mascota. Podría ser útil administrarle un ungüento ocular o lágrimas artificiales en gel para evitar que se irriten los ojos si alguna sustancia entra en contacto con ellos.

Si tu gato es de esas mascotas que se rascan las orejas de forma enérgica, especialmente después de habérselas limpiado, es posible que necesites colocarle un collar isabelino para prevenir traumatismos en el oído o la cabeza.

Si tu mascota todavía se siente molesta y no deja de rascarse ni de agitar la cabeza de tres a cinco días después de haber iniciado el tratamiento, llama a tu veterinario para informarle la situación. Al cabo de una semana, si todavía notas suciedad de color marrón oscuro en la bola de algodón cuando le limpias el oído, quiere decir que todavía podría estar infectado. Si tu mascota de repente comienza a inclinar la cabeza hacia un lado, deja de limpiarle el oído y de administrarle el medicamento, y comunícate de inmediato con tu médico.