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Cuidados paliativos en perros

A veces, los cuidados paliativos suelen denominarse cuidados al final de la vida. Esta es la definición de la Organización Mundial de la Salud:

“Los cuidados paliativos son el total de cuidados que reciben los pacientes con una enfermedad mortal que no responde a un tratamiento curativo. Es fundamental el control del dolor y otros síntomas, y de cualquier problema psicológico, social o espiritual. El objetivo de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias”.

En esencia, implica cualquier cuidado global —clínico o emocional— que podemos ofrecerles a los perros con enfermedades que no podemos curar ni tratar y que pueden prolongarse durante días, meses o, incluso, años. También se reconoce el impacto en los miembros de la familia humana y fomenta el cuidado en función de sus necesidades y deseos. Los cuidados paliativos casi siempre incluyen analgésicos, pero también podrían indicarse estas opciones:

• Masajes
• Acupuntura
• Tratamiento láser terapéutico
• Fisioterapia
• Productos nutracéuticos

Si bien suele ser desesperante pensar en la enfermedad o edad avanzada de nuestro perro, los cuidados paliativos te brindan opciones para que tu gato se sienta bien en sus últimos días.

Sigue las instrucciones del veterinario sobre los medicamentos (si receta alguno), la dieta, los cambios del entorno y el nivel de actividad. Es importante que hables con el veterinario y tu familia sobre la enfermedad de tu perro, sobre cómo se prevé que progresará y sobre las mejores formas de evaluar la calidad de vida de tu perro. Además, te recomendamos que consideres trabajar con un veterinario certificado en cuidados paliativos y hospicios para animales. La Asociación Internacional de Hospicios y Cuidados Paliativos (IAAHPC) tiene un buscador de proveedores en su sitio web.

Podría ser de utilidad para hacer un seguimiento diario de la actividad, del apetito y del bienestar general de tu perro, de modo que puedas notar con rapidez si disminuye su condición, estado de ánimo o calidad de vida.

Debido a que la calidad de vida puede variar según la mascota, hay diversos factores que deben considerarse y que difieren según la mascota y su familia. Hay una serie de herramientas que pueden utilizarse para ayudarte a revisar estos factores y evaluar la calidad de vida de tu mascota. Pueden utilizarse las siguientes herramientas en conjunto o por separado para ayudarte en el proceso:

• Herramientas de puntaje de calidad de vida
• Calendario de calidad de vida (imprímelo y haz un seguimiento del progreso de tu mascota)
• Pet Hospice Journal y escala de calidad de vida

Si tu perro toma varios medicamentos, podría ser útil tener un pastillero. Asegúrate de mantener los medicamentos alejados del alcance de tus mascotas y niños. 

Mantenga a tu perro cómodo

Debido a que tu perro no se siente bien, te recomendamos que le facilites un área más tranquila y segura en tu casa (alejada de los niños pequeños y otras mascotas). Si también tienes niños pequeños en casa, diles que su “amigo” no podrá jugar tanto como antes y que necesita un lugar para estar cómodo y tranquilo. Asegúrate de que ese lugar sea cómodo y donde tenga su cama favorita, comida y agua al alcance. Evita que tenga que subir y bajar escalones, si es posible. También podrías suministrarle un esterilla desechable para que haga sus necesidades sobre el piso en caso de tener un “accidente” (pero no lo hagas si es de esos perros que suelen morder o comer la estera.

Asegúrate de limpiar los cuencos de comida y agua para evitar olores persistentes, mugre o bacterias. Es probable que tengas que sacarlo a pasear más seguido para que haga sus necesidades, así que agéndate más horarios para ayudar a evitar “accidentes”.

Lo mejor que puedes hacer es demostrarle amor y atención a tu perro en este momento tan especial. Los perros tienen un gran sentido y perciben qué sienten los seres humanos. No comprenderán por qué pareces más distante que lo usual, porque los perros viven el día a día. No deberías hacer que su vida gire en torno a una enfermedad, porque ellos mismos no lo hacen. Sigue jugando con él, endulzando su vida y enseñándole cosas nuevas, tal como lo harías si estuviera bien. Juega suavemente con tu perro si tiene energía para hacerlo. Tócalo —con caricias o masajes— si tu perro lo disfruta. Háblale y acompáñalo cuando llegue el momento.

Las herramientas de calidad de vida mencionadas arriba te ayudarán a evaluar si algo está empeorando. En general, si tu perro no come ni bebe, tiene dificultad para pararse, no puede hacer sus necesidades o si vomita o tiene diarrea, comunícate con tu veterinario para informarle estos signos. Es posible ajustar la dosis de los medicamentos o administrar otra terapia para ayudar a tu perro a estar más cómodo.

Desafortunadamente, en última instancia, las opciones de cuidados paliativos no serán suficientes. Tú y tu familia podrían tener que tomar decisiones sobre la calidad de vida de tu perro y sobre cómo terminar con su sufrimiento mediante una eutanasia. Si todavía no tomaste esta decisión, pídele al veterinario que te explique el proceso y analiza las opciones disponibles, de modo que puedas prepararte para cuando llegue el momento.

En este video, el Dr. McVety muestra cómo evaluar la calidad de vida, qué esperar, qué considerar y qué hacer en este momento tan difícil.

Más información (en inglés): Saber cuándo es el momento, qué esperar, y cómo afrontar la pérdida